El producto presenta una potente acción, pues TEC-BOM es capaz disolver la quitina o capa protectora del exoesqueleto de los insectos de caparazón blando, alterando de esta forma las membranas celulares y provocando la muerte de estos por asfixia y deshidratación. Además, sus óptimos resultados en el manejo de resistencias hacen posible que las cosechas queden libres de residuos fitosanitarios, por lo que no necesita plazo de seguridad y es compatible con la flora silvestre.
Tec-Bom se emplea, tras la aparición de la plaga, mediante pulverización foliar, siendo necesario cubrir todas las partes del cultivo con un máximo de tres aplicaciones con intervalos de 5-7 días. En diversos ensayos, se pudo apreciar que este insecticida natural ejerce un excelente control sobre mosca blanca (Bemisia Tabaci, Trialeurodes vaporariorum), con valores de eficacia comprendidos entre el 80-95%. Sin duda, unos números muy favorables que le han avalado a la hora de obtener registros fitosanitarios en gran parte de Europa.
Tec-Bom logra una eficacia garantizada con una dosis de producto que es menor a la de productos similares, además no genera ningún tipo de fitotoxicidad, es muy suave con la planta. Por otra parte, Tec-Bom no deja residuos en la cosecha y, por tanto, carece de plazo de seguridad.
Enrique Riquelme, ceo del grupo Agrotecnología se muestra satisfecho tras la obtención del registro fitosanitario en Italia: “Nos satisface mucho obtener el registro fitosanitario en Italia porque deja patente nuestro sello en la Unión Europea y nuestra apuesta por el residuo cero”.