En esta línea, la empresa valenciana cuenta con una gama de productos certificados para la agricultura ecológica, conformada por las conocidas como sustancias básicas. Estas sustancias se caracterizan por no ser fertilizantes en primera instancia, sino por tener primordialmente otras aplicaciones aunque secundariamente puedan tener un uso como fitosanitarios. Por lo tanto, las sustancias básicas son aquellas que no tienen la capacidad intrínseca de producir alteraciones endocrinas o efectos neurotóxicos o inmunotóxicos.
Además, estas se utilizarían directamente o en un producto formado por la sustancia y un diluyente, de manera que no se emplean principalmente para fines fitosanitarios, además de no comercializarse como tal.
Entre sus beneficios, encontramos que se trata de una forma de control de plagas, además de adecuación para la agricultura ecológica. Así, se presenta como una respuesta clara a las nuevas necesidades de la sociedad actual en la que la población se preocupa cada vez más por su salud y exige alimentos saludables.
Es importante recalcar que estas no son un sustitutivo de los fitosanitarios, pero si sirven para la reducción en el uso de los pesticidas si su aplicación es correcta y se complementa con las herramientas adecuadas.