Finura y elegancia, belleza y estabilidad,…
De todos es sabido que tras las flores se encuentra un lenguaje oculto, de hecho en 1818 Mme. Charlotte de la Tour escribió el libro titulado “Le Langage des Fleurs”. Pues bien. Las flores de cala simbolizan aspectos como la finura y elegancia, representa belleza y estabilidad,… así como son consideradas las flores de la pureza y de la compasión y por extensión poseen la creencia de que transmiten buena suerte. Curiosamente todos estos significados son invariables al margen del color que se utilice, dando igual que sean blancas, rojas, rosas, etc. todas ellas expresan los mismos mensajes, condición que no sucede en otras variedades florales.
Parcialmente sumergida en agua
La cala, uno de los nombres más populares de la Zantedeschia aethiopica es una planta semiacuática, por lo que se puede cultivar en maceta e incluso manteniéndola parcialmente sumergida en agua. En maceta la tendremos en rincones húmedos, así como expuesta a la sombra o semisombra. Si la ubicamos en el estanque la plantaremos en el borde de este con la base de la maceta en el agua.
La falta de intensidad de luz repercutirá en una menor floración pero le proporcionará un desarrollo mayor de las hojas, que por cierto, como planta ornamental también es uno de sus grandes atractivos.
A la cala le gusta la temperatura y debemos evitar que sufra heladas, aunque pueda soportar unos cuantos grados bajo cero. En pleno invierno, si hay previsto riesgo de heladas y la tenemos cultivada en maceta lo más indicado es, hasta que mejore el tiempo, meterlas en casa o en el invernadero si se tiene.
El sustrato más adecuado para su plantación es el ‘sustrato para plantas acuáticas’ que se comercializa en tiendas especializadas. Si no, podemos fabricarlo a base de materias primas como la tierra normal de jardín, la arena, arcilla, turba y un poco de abono orgánico.
En cuanto a necesidades de riego prefiere que sean abundantes durante la floración y más escasos durante la época más fresca del año. Como referencia la regaremos frecuentemente durante su fase de crecimiento y floración, dejándola casi seca tras su período de floración (finales de otoño) hasta el extremo de ver de vez en cuando sus hojas algo lacias,… momento de aplicar otro riego. Los riegos abundantes los comenzaremos cuando comience a desarrollar más follaje a finales de invierno.
El abonado debe de ser periódico, cada dos semanas desde primavera a mediados de otoño con un fertilizante equilibrado NPK más microelementos.
Para conseguir una mayor floración, podemos ir cortando las flores según se van marchitando. Como planta ornamental, también podemos recolectarlas nada más ser emitidas para utilizarlas en nuestros arreglos florales. Las flores de Zantedeschia aethiopica mantienen una larga vida en jarrón.