El suelo es mucho más que un soporte para el cultivo. El suelo contiene una gran biodiversidad natural, ya que es el hábitat de gran cantidad de organismos beneficiosos que contribuyen a la salud del cultivo. Con el proceso de desinfección, el suelo se convierte en un soporte completamente estéril y sin rastro de vida. La ausencia de microorganismos beneficiosos facilita que los patógenos colonicen rápidamente el suelo y ataquen los cultivos desde las raíces.
Para comenzar la próxima campaña con un suelo en las mejores condiciones es necesario recuperar cuanto antes su biodiversidad beneficiosa para evitar la proliferación de patógenos que perjudicarán la salud del cultivo. Para ello, Koppert cuenta con un sistema único basado en el uso combinado de tres productos que devuelven al suelo de forma rápida y eficaz la biodiversidad perdida.
Koppert recomienda la colocación de setos e islas vegetales para dar refugio a los enemigos naturales, especialmente en las bandas y en los pasillos del invernadero. Para ello, los protocolos de control biológico que Koppert ha desarrollado para la agricultura ecológica en invernadero incluyen la identificación de varias especies vegetales autóctonas que se adaptan perfectamente al entorno.
Los refugios vegetales que crean el hábitat adecuado para la fauna auxiliar se basan en combinar diferentes plantas con flores como cilantro, eneldo, salvia, ruda o lavanda. También se pueden usar diferentes especies de cereal o girasol, en función del cultivo y del enemigo natural que se quiere proteger.
Los setos y las islas vegetales dentro del invernadero sirven de refugio a la fauna auxiliar y equilibran la interacción entre plaga y enemigo natural. Además, favorecen la nidificación de los insectos beneficiosos y las plantas con flor aportan néctar para la alimentación de la fauna auxiliar.