“Pensamos que esta acción de integración nos aportará el equilibrio que necesitamos para asegurar la expansión de nuestra marca y tecnologías, ofreciendo a nuestra plantilla de profesionales la posibilidad de seguir creciendo dentro de un grupo dispuesto a competir por el liderazgo mundial en productos eficientes y de bajo impacto ambiental, así como las herramientas para facilitar y asegurar la producción mundial de alimento para satisfacer la demanda futura». Así lo indicaba Enrique Riquelme cuando se oficializó la operación.
Ahora, tras casi un año de la adquisición que supuso una gran oportunidad que ambas compañías aprovecharon para crecer, dejar huella comercial y conformar un proyecto sólido en el que compartir visión y valores, los principales artífices de esta operación se reunieron para tratar futuros objetivos como afianzar el liderazgo mundial en la industria de biocontrol, seguir apoyando y dinamizando la estrategia de internacionalización, o aprobar la inclusión de nuevos productos exclusivos en diversos países.
En el orden del día de la reunión, también se encontraba el balance y la evaluación de la adaptación de ambas estructuras a la nueva normalidad a la que supieron aclimatarse con agilidad en la toma de decisiones: potenciando el teletrabajo, imponiendo severas medidas de seguridad dentro de las instalaciones y organizando, en los puestos presenciales, grupos de trabajo burbuja.