Se une así a empresas como Innoplant (coordinación biológica del proyecto) y a instituciones como el IGEO, Cabildo, la UNESCO y las agencias espaciales europeas y china, entre otras, en un proyecto cuyo objetivo principal es estudiar la germinación y crecimiento de una planta bajo la gravedad lunar.
El proyecto se apoya en 3 pilares fundamentales: la geología planetaria, centrada en el suelo lunar, donde no hay nitrógeno, nutriente básico para que la planta sobreviva; la biología vegetal, a través de la cual conocer la lógica vegetal que seguirá la planta en la luna; y, finalmente, la ingeniería espacial, dado que en la luna no hay atmósfera que proteja de las radiaciones, lo que provoca oscilaciones extremas de temperatura.