¿Qué entendemos por empleo de inhibidores de la nitrificación?
La nitrificación es el proceso biológico realizado por las bacterias nitrosomonas y nitrobacter que transforma el amonio (NH4+) en nitrito (NO2-) y éste en nitrato (NO3-).
Los inhibidores de la nitrificación ralentizan este proceso biológico manteniendo parte del fertilizante amoniacal en forma de amonio; diversas publicaciones científicas demuestran que si la planta se nutre a través de fertilizantes con inhibidor de la nitrificación, esto permite una nutrición mixta amonio-nitrato, por lo que aumentan los rendimientos productivos, minimizan pérdidas de nitrógeno y se mejoran parámetros cualitativos de producción.
¿Nos puede aportar cifras de ventas del sector desde el punto de vista, como empresa miembro de AEFA?
Hay una clara tendencia al aumento de abonos cristalinos para fertirrigación (en los últimos dos años se ha incrementado en un 300% su volumen), lo cual va asociado principalmente a la incorporación de miembros en el panel que tienen una participación de mercado importante en este segmento, así como un progresivo aumento en la superficie de regadío y de la modernización de éste, como también la intensificación de los cultivos.
El consumo de calcio también va al alza, bien sea por su acción desalinizante o por su importancia nutricional y conveniencia de aplicación por fertirrigación.
Los abonos líquidos nitrogenados se mantienen estables pero en cambio, los abonos NPK se multiplican casi por tres, lo cual nos dice que aumenta su consumo y hay una mejora en los conceptos técnicos de nutrición vegetal.
Destacar también el aumento en consumo de biostimulantes como por ejemplo, extractos de algas, los cuales están claramente asociados a cultivos de alto valor y por ende cultivos en fertirriego.
¿Cuáles son los retos próximos del sector?
Ser competitivos en un sector donde las materias primas juegan un rol fundamental, en el que los mercados emergentes no dejan de aumentar su consumo y por tanto hay que hacer más con menos.
Esto implica ser más eficientes en la aplicación y uso de fertilizantes. Además, se deben minimizar los impactos ambientales para la protección y seguridad medioambiental, y por ese motivo cada vez más la contaminación de las aguas está sometida a mayor vigilancia y sanción, así como también, dentro de guías de condicionalidad se ha dado que algunos cultivos en zonas vulnerables por contaminación de nitratos, las autoridades faciliten un tercer tramo de ayudas para buenas prácticas medioambientales.
Por tanto, la localización del riego y los abonos con inhibidor de la nitrificación, son dos grandes herramientas para conseguir un uso sostenible del nitrógeno, con menor impacto ambiental.