Seguridad alimentaria
Por su parte, el ministro Luis Planas, ha destacado que el Premio Fertiberia se ha consolidado como una cita de referencia para los investigadores en su tarea de aportar estudios de alto nivel para contribuir a una agricultura más sostenible, subrayando que la investigación y el conocimiento académico aplicado van a desempeñar un papel crucial en el progreso de una actividad agrícola más sostenible.
En su intervención, ha expresado la necesidad de avanzar en la solución a la necesidad de fertilización para asegurar suficientes alimentos, al tiempo que se presta especial atención al cuidado del suelo y a la mejora de la biodiversidad. Ha animado a disminuir su uso o cambiar su forma de aplicación, mediante la utilización de una mayor proporción de fertilización orgánica y una aplicación más oportuna y en la dosis justa. Para ello, el ministro considera fundamental incrementar la inversión en I+D+i e impulsar la formación y asesoramiento a los agricultores para que puedan planificar mejor el abonado y avanzar hacia la fertilización de precisión.
El jurado de esta edición, presidido por el decano del Colegio Oficial e Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias (COIACC), Francisco González Torres, ha estado integrado por el presidente de Grupo Fertiberia, Javier Goñi; la jefa de la Estación de Ensayos de Semillas y Plantas de Vivero del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria (INIA), Ana Patricia Fernández-Getino; el miembro del consejo asesor de la ETSIAB (UPM), Luis Márquez; el catedrático de Producción Animal de la Universidad de Valladolid, Jesús Ciria; el director de I+D+i del Grupo Fertiberia, Javier Brañas, y la directora de Estudios e Investigación de Mercado del Grupo Fertiberia, Pilar García-Serrano.
El trabajo ganador destaca por “aunar calidad y aplicabilidad inmediata de sus resultados”, ha declarado el presidente del jurado, Francisco González, indicando que el estudio “demuestra que los nódulos de las raíces de estas dos especies agrícolas, judía y colza, pueden constituir nichos de nuevas especies de bacterias con las cuales se pueden diseñar biofertilizantes aplicables a la mejora del cultivo de varias especies agrícolas”. Asimismo, sobre la tesis galardonada con el Accésit, González ha señalado que “abre unas expectativas enormes para un futuro más o menos cercano en el campo de la fertilización, de consolidarse la posibilidad de que pudieran transferirse mediante ingeniería genética los genes que regulan la fijación de nitrógeno a especies agrícolas de alto valor en la alimentación y que por el momento no tienen esa capacidad”.
Casi medio millón de euros
Desde la creación del premio, en 1996, se han presentado más de 370 tesis doctorales de casi 50 universidades y centros de investigación y se han entregado premios por un valor cercano al medio millón de euros.
El galardón, de ámbito hispano-luso, establece como requisito que las tesis presentadas hayan obtenido la máxima calificación “cum laude” y que estén relacionadas de una forma directa con la fertilización, los suelos y su enmienda, aunque por su calidad, también se valoran trabajos relacionados con la actividad agrícola en general.