Nutriente mineral fundamental para el crecimiento de las plantas, el fósforo no es de fácil acceso para los cultivos, de ahí el uso de fertilizantes fosfóricos por parte del agricultor para aumentar las cosechas. Sin embargo, este insumo suele quedarse inmovilizado debido a condiciones de salinidad o pH del suelo (>7,5). La falta de eficiencia plantea un doble problema. Por una parte, se tiende a usar más fertilizante, un exceso que contribuye a la contaminación hídrica y del ecosistema. Por otra parte, el malgasto de fósforo contribuye a la escasez de un recurso natural que se extrae de unas pocas fuentes de fosforita, que se podrían agotar en solo 50 a 100 años. Esto conlleva la probabilidad de especulaciones y un aumento de su precio, influyendo negativamente sobre la rentabilidad y amenazando la capacidad del planeta de alimentar a una población mundial en continuo crecimiento.
Para afrontar este reto del fósforo, Atens® ha unido fuerzas con 15 investigadores internacionales de 5 organizaciones de renombre para llevar a cabo un proyecto ambicioso de I+D+I, que duró 5 años y supuso una inversión de más de 1,5 millones de euros. Participaron en este trabajo colaborativo la Estación Experimental del Zaidín (EEZ-CSIC), la Università di Pisa, la Università degli Studi di Napoli Federico II, la Università della Tuscia y la Università Cattolica del Sacro Cuore. La investigación se centró en las bacterias PGPR (Plant Growth-Promoting Rhizobacteria), conocidas como Bacterias Promotoras del Crecimiento Vegetal. Desde el laboratorio de Atens®, que ha generado más de 20 patentes internacionales, más de 200 publicaciones científicas y 5.000 referencias en artículos científicos, se aislaron e identificaron 276 géneros de bacterias PGPR a partir del inóculo de micorriza AMF de Atens® en su sistema de reproducción in vivo, mediante un enfoque que combina análisis microbiológicos dependientes del cultivo y secuenciación metagenómica de alto rendimiento usando el sistema Mi-Seq de Illumina. De esa rica comunidad bacteriana heterótrofa, incluyendo 165 familias, 107 órdenes y 23 phylas, 14 cepas mostraron una alta producción de ácido indolacético y/osideróforos, y fueron afiliadas con Actinomycetales, Bacillales, Enterobacteriales and Rhizobiales. Una vez comprobada la actividad promotora de crecimiento de esas bacterias aisladas, principalmente representadas por Proteobacteria y Bacteroidetes, se seleccionaron las dos cepas más beneficiosas para movilizar el fósforo aplicado en campañas anteriores y bloqueado en el suelo, haciéndolo biodisponible para los cultivos.