La función esencial de la agricultura es proveer de alimentos a una población creciente. Según la FAO, más del 8 % de la población mundial está por debajo del umbral de la desnutrición. El Balance Nutricional es más que precario a nivel mundial y ese déficit tiende a acrecentarse a pesar de un serio incremento de la Productividad agrícola. Por tanto, está claro que la agricultura moderna tiene que mantener e incluso incrementar la productividad.
No obstante, hay claros indicios como la progresiva desertización, la disminución y contaminación de los recursos hídricos, el cambio climático y el efecto invernado que han encendido luces de alarma ,creando unas exigencias que pasan necesariamente por una mejor gestión de los recursos naturales y una “minimización” de los impactos medioambientales en el agro.
La implementación de sistemas de riego más “economicistas” (goteo, exudación), el empleo de sistemas más ajustados y precisos a la hora de aportar nutrientes (fertirrigación), el uso de los productos más adecuados y menos agresivos para controlar plagas y enfermedades, así como el empleo de bioestimulantes y fitofortificantes, el cuidado de la estructura del suelo y de la cubierta vegetal son hoy exigencias que el agricultor que es al mismo tiempo gestor del Medioambiente no puede ni debe ignorar.
Las empresas asociadas a AEFA son plenamente conscientes de que el futuro de sus actividades pasa necesariamente por un respeto real y constante de esas exigencias medioambientales, condición “sine qua non” de una agricultura productiva, rentable pero necesariamente sostenible.
Ese “código de sostenibilidad” comprende tanto la política de diseño y fabricación de los productos como la forma de utilizarlos y el asesoramiento en unas prácticas agrícolas adecuadas.
El claro liderazgo de las empresas de AEFA en la hortofruticultura tanto a escala nacional como en países del arco mediterráneo y de Iberoamérica es una prueba concreta del compromiso adquirido en materia de sostenibilidad, respeto al medioambiente y muy especial atención a la buena gestión de los recursos naturales.